sábado, 30 de junio de 2012

LA CERTEZA DEL SILENCIO









La vida nos ha puesto miles de incógnitas, desde que nacemos,debemos partir investigando lo que nos parece nuevo y siempre está un mayor que te dice ,no, eso no se hace, y así seguimos con nuestra búsqueda ya que todo aparentemente nuevo, llama nuestra atención, cuando somos adolescente nadie explica nada, todos se apoyan en los demás, tan solo para decirle a un joven la sexualidad es lo más bello que te puede pasar pero cuando la vives con amor, por su actitud belicosa y antes un no, es padre a los 14 años, y después buscamos culpables y es aquí, cuando el silencio negativo cobra sus víctimas, 
Cuando ya en pareja callas o que te provoca dolor para que él no te abandones te haces cómplice de tu propio dolor  te acostumbras a vivir una vida opaca,si el estimulo del amor verdadero o pseudo amor, porque cada vez creo mas que son afortunados y muy pocos los que conocen el amor reciproco sin egoísmos, donde yo te doy porque tu me das, tenemos hijos y después nos quejamos ¡que vivieron ellos  a padres que jamás se amaron posiblemente se quisieron ,por costumbre,pero por Amor? no,
ahora cuando la madurez se ha hecho dueña de nuestras vidas lo pensamos y en silencio viene la pregunta ¿quiero vivir el resto de mi vida por costumbre sin lo que siempre he necesitado, o me aventuro a seguir sola?
nuevamente el silencio, pero ya no es físico es del alma, donde puedes conversar con ella y te dice jamás has estado sola, debes entender que tu silencio y el silencio de muchos son océanos,inabarcables de lo que creen soledad, y es solo, que toda la vida se guardaron sus tristezas,porque sabían que nunca tendrían la respuesta esperada...
ahora sé que debo encontrar entre desiertos, océanos ,cumbres y simas, a los que tienen la certeza del silencio y decirle DIOS  les ama, jamás han estado solos, ha sido solo la prueba que pidieron antes de bajar,pero la soledad no existe, que el otro, que otros piensen diferente ,bien por ellos, pero jamás el amor,el verdadero amor se ha condicionado...
te amo HARTOR, ATRIA

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